Creció rodeado de la farándula ya que sus padres trabajaban en una carpa. Toda la familia estaba involucrada, pues el que no recogía boletos se encargaba de la luces o estaban en el escenario cantando y haciendo ballet; mientras tanto, el pequeño Tony observaba la magia del espectáculo desde un pequeño cajoncito a la tierna edad de un año.Un año más tarde, la familia Camargo Carrasco se mudó a la ciudad de México, donde Don Manuel trabajaba como encargado del Teatro y Cine Rivoli
El niño, Tony Camargo, daba vuelo a su imaginación entre las butacas del Cine Rivoli y se veía en el escenario rodeado de las bailarinas cantando los números de moda; al centro del foro podía escuchar los aplausos del respetable. Eran los sueños de chiquillo que empezaron todo.
Al darse cuenta de su talento tratan de integrarlo a un trío pero sin éxito, ya que Tony desconocía las armonías de la guitarra y tampoco podía hacer voces, fundamental para este tipo de interpretación. Sin perder la esperanza y tratando que empezara una carrera como solista, sus padres lo escogían para amenizar las fiestas familiares
Otro integrante de aquel trío fallido era David Ferruza, el me dio la primera oportunidad, se salió del trío y formó un conjunto musical; "entonces nos fuimos a trabajar a un lugar que se llamaba La Conga-, tocábamos desde las 9 de la noche hasta las cinco de la mañana”.
Fue ahí, donde conocieron a los integrantes del conjunto Son Clave de Oro de Pepe Macías “El Tapatío”, que se presentaban en El Waikiki –en Reforma-. Se reunían en La Conga para ver cantar a Tony Camargo, entre ellos estaba Alfonso Espinosa quien –además- formaba parte del grupo de Chucho Rodríguez. “El y su papá me recomendaron para trabajar con Chucho Rodríguez en el Momparnas -. "Un día llegué al ensayo a una prueba y me quedé”.
Más tarde, el grupo de Chucho Rodríguez se presentó en una carpa llamada Petite, que estaba ni más ni menos junto al Folies Bergere donde se presentaban Germán Valdés “Tin Tan” y su hermano Marcelo. La temporada en el Folies para Tony Camargo duró seis meses, ya que el maestro Dámaso Pérez Prado lo invitó a trabajar con él en El Margo –que después se conocería como El Blanquita-; donde tuvo oportunidad de hacer algunas grabaciones y películas.
Era el año de 1952 cuando llega a México procedente de Venezuela el maestro Luis Alfonzo Larrain en busca de Beny Moré para llevarlo a Caracas; sin embargo el Bárbaro del Ritmo se encontraba en La Habana formando una orquesta y con un contrato para ser socio de un club.
La suerte sonreía para Tony, “el maestro Larrain se encontró mis discos, los escuchó y me invitó a ir a Caracas con un contrato de dos meses –, pero nos fue tan bien que me quede 14 meses. Cuando regresé en el 53, traje algunas canciones entre ellas “El Año Viejo” y otro números que tuvieron igual éxito como: “La Bandolera”, “El negrito Batey”, “La Engañadora”, los cuales grabamos con la orquesta de Rafael de Paz
Tony Camargo ha grabado con diferentes disqueras, entre ellas Pearless, Infinito, pero sin duda alguna la relación más fructífera se dio con RCA Víctor donde grabó como solista acompañado de la Orquesta de Mariano Mercerón; con Juan García Esquivel; Chucho Ferrer; Enrique Jorrín y con el maestro Dámaso Pérez Prado
Actualmente viven en la Ciudad de Mérida, pero no tuvo la mejor bienvenida: “me casé con una yucateca, Hilda Guadalupe González, Vivíamos en el DF y después del temblor del ’85 decidimos venir a Mérida en el ’87. Aquí he trabajado en La Prosperidad, en la Orquesta de la Policía con el maestro Bartolomé Loria Canto; luego con la orquesta del maestro Carlos Uicab, y hasta la fecha en la Orquesta del Ayuntamiento con el maestro Alfonso Marín
El niño, Tony Camargo, daba vuelo a su imaginación entre las butacas del Cine Rivoli y se veía en el escenario rodeado de las bailarinas cantando los números de moda; al centro del foro podía escuchar los aplausos del respetable. Eran los sueños de chiquillo que empezaron todo.
Al darse cuenta de su talento tratan de integrarlo a un trío pero sin éxito, ya que Tony desconocía las armonías de la guitarra y tampoco podía hacer voces, fundamental para este tipo de interpretación. Sin perder la esperanza y tratando que empezara una carrera como solista, sus padres lo escogían para amenizar las fiestas familiares
Otro integrante de aquel trío fallido era David Ferruza, el me dio la primera oportunidad, se salió del trío y formó un conjunto musical; "entonces nos fuimos a trabajar a un lugar que se llamaba La Conga-, tocábamos desde las 9 de la noche hasta las cinco de la mañana”.
Fue ahí, donde conocieron a los integrantes del conjunto Son Clave de Oro de Pepe Macías “El Tapatío”, que se presentaban en El Waikiki –en Reforma-. Se reunían en La Conga para ver cantar a Tony Camargo, entre ellos estaba Alfonso Espinosa quien –además- formaba parte del grupo de Chucho Rodríguez. “El y su papá me recomendaron para trabajar con Chucho Rodríguez en el Momparnas -. "Un día llegué al ensayo a una prueba y me quedé”.
Más tarde, el grupo de Chucho Rodríguez se presentó en una carpa llamada Petite, que estaba ni más ni menos junto al Folies Bergere donde se presentaban Germán Valdés “Tin Tan” y su hermano Marcelo. La temporada en el Folies para Tony Camargo duró seis meses, ya que el maestro Dámaso Pérez Prado lo invitó a trabajar con él en El Margo –que después se conocería como El Blanquita-; donde tuvo oportunidad de hacer algunas grabaciones y películas.
Era el año de 1952 cuando llega a México procedente de Venezuela el maestro Luis Alfonzo Larrain en busca de Beny Moré para llevarlo a Caracas; sin embargo el Bárbaro del Ritmo se encontraba en La Habana formando una orquesta y con un contrato para ser socio de un club.
La suerte sonreía para Tony, “el maestro Larrain se encontró mis discos, los escuchó y me invitó a ir a Caracas con un contrato de dos meses –, pero nos fue tan bien que me quede 14 meses. Cuando regresé en el 53, traje algunas canciones entre ellas “El Año Viejo” y otro números que tuvieron igual éxito como: “La Bandolera”, “El negrito Batey”, “La Engañadora”, los cuales grabamos con la orquesta de Rafael de Paz
Tony Camargo ha grabado con diferentes disqueras, entre ellas Pearless, Infinito, pero sin duda alguna la relación más fructífera se dio con RCA Víctor donde grabó como solista acompañado de la Orquesta de Mariano Mercerón; con Juan García Esquivel; Chucho Ferrer; Enrique Jorrín y con el maestro Dámaso Pérez Prado
Actualmente viven en la Ciudad de Mérida, pero no tuvo la mejor bienvenida: “me casé con una yucateca, Hilda Guadalupe González, Vivíamos en el DF y después del temblor del ’85 decidimos venir a Mérida en el ’87. Aquí he trabajado en La Prosperidad, en la Orquesta de la Policía con el maestro Bartolomé Loria Canto; luego con la orquesta del maestro Carlos Uicab, y hasta la fecha en la Orquesta del Ayuntamiento con el maestro Alfonso Marín
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